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martes, 16 de junio de 2015

Delta del Ebro

Desde niño que he oído hablar de las singularidades de la zona del Delta del Ebro. Conocía de sus inmensos arrozales e incluso había comido alguna vez en San Carlos de la Rápita. Pero nunca hasta ahora había tenido ocasión de visitarlo con cierto detenimiento.
El río Ebro, desde el embarcadero de Deltebre.
(JMBigas, Mayo 2015)

La ocasión se me apareció como etapa de un viaje por la zona norte del levante español. Ya os contaré algunas otras etapas interesantes de este viaje (la Ciudad Encantada de Cuenca, Teruel, el Maestrazgo, la Terra Alta, la zona vinícola de Utiel-Requena,...).

El Ebro es el río más caudaloso de España, con un caudal medio de 600 m3/s. Conviene tener en cuenta que el río Duero, en su trayecto portugués, alcanza un caudal medio de 675 m3/s en su desembocadura en la ciudad de Oporto.

También es el río más largo de España (930 Km)(aunque el Tajo tiene mayor recorrido, pero una parte discurre por tierras portuguesas), y es el segundo río más largo de los que desembocan en el Mar Mediterráneo, tras el Nilo.

El curso del río determina la mayor parte del cuadrante nororiental de la Península Ibérica. Nace en Cantabria (Hermandad de Campo de Suso) y discurre por tierras de Castilla y León (Burgos), La Rioja, Navarra, Aragón, País Vasco y Catalunya. Sus aguas bañan las ciudades de Logroño y Zaragoza. El Valle del Ebro, configurado en la dirección noroeste-sureste, es una fértil ribera por la que discurre, a veces muy desapacible, el cierzo, un viento que, a menudo, sopla por encima de los 100 Km/h.
Uno de los llamados Puentes del Rey.
(JMBigas, Mayo 2015)

Su desembocadura en el Mar Mediterráneo se produce al sur de la provincia de Tarragona, en forma de delta. El Delta del Ebro, de forma triangular, es una flecha que penetra cerca de 22 Km en el mar. Su superficie es de 320 Km2, configurando el tercero más grande de todo el Mediterráneo (tras el del Nilo -24.000 Km2- y el del Ródano -500 Km2-).

El Delta del Ebro (parte del cual está protegido con la figura de Parque Natural) constituye un humedal que es el tercero en extensión de Europa Occidental, tras la Camargue (río Ródano) y Doñana (río Guadalquivir).

Toda la zona, absolutamente llana y plagada de terrenos inundables, aporta actividades económicas ligadas, principalmente, al cultivo del arroz y a la pesca en todas sus formas, así como, lógicamente, al turismo.


Reservé habitación en el hotel Miami Mar de San Carlos de la Rápita. Este municipio costero, situado al sur del Delta, tiene playas a mar abierto. Este lujoso hotel (de cuatro estrellas), situado junto al mar, tiene forma de una herradura que abraza el jardín con la piscina. Dispone de amplias habitaciones con terraza y todas las comodidades. En temporada baja (yo estuve a mediados de Mayo) ofrece tarifas muy moderadas. Otro elemento importante es que su restaurante gastronómico es reconocido como uno de los lugares más recomendables para la buena mesa en esta zona.
Mercadillo de recuerdos y productos del Delta, en la zona
de Riumar, junto a Casa Nuri.
(JMBigas, Mayo 2015)

Llegué al hotel a media tarde del miércoles 13 de Mayo, tras haber hecho una primera ruta de descubrimiento del Delta, por la carretera que discurre por la ribera izquierda del curso principal del río, en el municipio de Deltebre. No se puede cruzar el río por carretera en esta zona, por lo que hay que escoger una u otra ribera mucho antes. En la ribera derecha está el municipio de Sant Jaume d'Enveja.

Coincidió que esa tarde-noche se celebraba la vuelta de la semifinal de la UEFA Champions League. En el Santiago Bernabeu se enfrentaban el Real Madrid y la Juventus. Tanto el hotel como el restaurante pusieron todos los medios para poder seguir el partido. Aproveché la ocasión para cenar el menú gastronómico del Miami, viendo el partido, que desgraciadamente terminó con la eliminación del Real Madrid.

La cena, articulada en torno a los productos del mar, la regué con un excelente vino blanco, el Primicia de Cellers Batea (D.O. Terra Alta), 100% de garnacha blanca.

Para el jueves por la mañana quería poder navegar un poco por la desembocadura del Ebro. Hay una oferta variada de paseos y cruceros por la zona. El problema es que fuera de la temporada alta, la oferta es algo inestable. Por Internet había localizado dos proveedores de este tipo de servicios (seguro que hay más, por los indicadores que pude ver luego). Pero, a mediados de Mayo, los horarios asegurados no estaban nada claros.

Por ello inicié el jueves prontito y me dirigí primero al embarcadero de Deltebre, donde suele operar Cruceros Olmos. En torno a las diez de la mañana no localicé a nadie responsable en la zona (junto al río, al final de la calle Trinquet). La vendedora del kiosko de souvenirs que hay ahí me dijo que había salido un barco con un autocar de turistas y que, probablemente, habría otra salida hacia las 11.30, pero que no estaba asegurado.
En este barco finalmente dimos el paseo a las 12.30.
(JMBigas, Mayo 2015)

Seguí en dirección al mar hasta Riumar, en la zona del Restaurant Casa Nuri. Allí hay otro operador que ofrece cruceros por la desembocadura. Me dijeron que, si se reunían al menos 10 pasajeros, habría una salida a las 11 de la mañana. Si no, habría una salida asegurada a las 12.30. Por el momento era yo solo, y nada sucedió en el cuarto de hora que me entretuve por allí, visitando los diversos puestos del mercadillo de recuerdos y productos típicos del Delta.

Volví a tomar el coche hacia Deltebre, y me paré en la zona conocida como Ponts del Rei, donde hay un pequeño apartadero en la carretera para poder aparcar. Los conocidos como Puentes del Rey son unas construcciones singulares, en forma de medio arco, cuya función no está absolutamente definida, aunque se piensa que fueron algún tipo de mecanismos para la regulación del nivel del agua.

La carretera (T-340) es básicamente recta y llana, y está rodeada de zonas inundables o directamente inundadas. A lado y lado de la carretera hay diversas instalaciones, habitualmente ligadas a las explotaciones económicas de la zona, tanto para los arrozales como para la pesca e industrias derivadas.

Cerca de mediodía volví al embarcadero frente a Casa Nuri. Providencialmente apareció, como todos los años (por lo que dijeron) un grupo numeroso de la asociación de jubilados de Alcocebre. El crucero de las 12.30 ya se pudo hacer con el barco más grande, más o menos a la mitad de su capacidad.
Cubierta superior del barco.
(JMBigas, Mayo 2015)

El paseo fluvial que pude realizar duró unos 45 minutos. Desde el embarcadero de Riumar el barco descendió hacia la desembocadura, bordeando la Isla de Buda. En tiempos pasados esta isla era residencia permanente de algunas familias. Todavía se pueden ver algunas de las casas blancas que eran sus residencias. Pero el tiempo les acabó forzando a mudarse hacia los cascos urbanos de alguno de los dos municipios del Delta.

Originalmente, la desembocadura del río en el mar se realizaba en dirección Este por la llamada de Levante. Pero una importante crecida en el año 1937 cegó esta salida, y el río buscó una nueva hacia el Norte, que es la actual, conocida como de Tramontana.

En el último tramo se bordea la Isla de Sant Antoni a la derecha, y la urbanización Riumar y las lagunas del Garxao a la izquierda. En estas lagunas, de muy escasa profundidad, no es posible la navegación a motor, y las barcas deben utilizar las llamadas perchas, para moverse apoyándolas en el fondo. Hay abundantes poblaciones de aves que tienen esa área como residencia estable o temporal.

Desgraciadamente, el día no estaba muy claro, había algo de calima y la visibilidad era limitada. No pude ver el faro original de la desembocadura de Levante, que actualmente queda unos cuantos kilómetros mar adentro. Tampoco se llegaban a ver, como sí se puede habitualmente, las playas del Norte del Delta, como la de L'Ampolla.
Mirador en el camino de la ribera izquierda.
(JMBigas, Mayo 2015)

De vuelta hacia el embarcadero, pasamos junto al pequeño puerto deportivo de Deltebre, así como el Mirador construido sobre el camino ribereño, que está jalonado con diversas esculturas singulares.

En resumen, un paseo que se hizo muy corto. Pero, a mediados de Mayo, no pude conseguir otra cosa. La publicidad indica la posibilidad, en otros momentos del año, de cruceros de mayor duración, desde Deltebre hasta la desembocadura.

El paisaje del Delta del Ebro es, sin duda, singular y característico de este tipo de accidentes geográficos: llanuras, lagunas, marismas, salinas, refugio de aves. Bien merece una visita, con la profundidad que cada uno desee.

Aparte de las imágenes que he seleccionado para ilustrar este artículo podéis acceder a una colección más completa de 24 fotografías, pinchando en la imagen siguiente.


También podéis ver este vídeo, de unos 8 minutos de duración, con imágenes de mi visita al Delta del Ebro.


JMBA

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