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domingo, 13 de junio de 2010

Huelgas en China

Escondido entre las páginas de los periódicos, que estos días vienen cargados de noticias de todos tipos, ha aparecido la referencia a una "oleada" de huelgas en China, en demanda de mejoras salariales. Era de esperar.

En 1990 tuve ocasión de visitar Japón. Como ya he dicho en algún otro momento, me gustó mucho visitarlo, pero si me pierdo que no me busquen allí. Porque el entorno es más bien hostil al extranjero, no entiendes nada de lo que te dicen, ni entiendes nada de lo que puedas leer por la calle. Te sientes como un niño con necesidad de criad@, porque si no, estás perdido.

Mi diagnóstico sociológico tras esa visita a Japón fue que tenían una bomba en su sociedad que algún día iba a estallar. El motivo es que el país y las grandes compañías habían prosperado muchísimo en las últimas décadas, pero esa prosperidad no había llegado a los ciudadanos en igual proporción. Aparte del tren bala (Shinkansen), las infraestructuras no estaban al nivel esperable, los atascos eran endémicos, y los japoneses, en su propio país, vivían (y sospecho que siguen viviendo) en condiciones relativamente precarias. Pisos pequeños y muy caros, grandes distancias al trabajo, ludopatías y adicciones al alcohol bastante extendidas, etc. Eso sí, con el dinero que ganaban dentro de Japón, podían ir al extranjero una semana y comportarse como millonetis.

Hemos visto que la economía de Japón se ha estancado relativamente estos últimos años, y la bomba social estalló, especialmente entre los jóvenes, que jamás entenderán que deban pasar algunas privaciones viviendo en un país próspero. Lo cual, dicho sea de paso, es más que razonable.

Ahora China se empieza a enfrentar a una situación parecida, desde un estado de desarrollo mucho más retrasado de lo que tenía Japón hace veinte años. La Vanguardia, por ejemplo, ha publicado la noticia:
La primera lección de los negocios es que la ventaja de tener costes de mano de obra bajos NO es una ventaja competitiva sostenible. Es licito utilizar esta ventaja durante un tiempo, para generar riqueza con las exportaciones, pero con esa riqueza hay que ir creando prosperidad en los ciudadanos, y formarles para crear otra ventaja competitiva más sostenible en el futuro, basada en un mayor valor añadido, y en un superior nivel de conocimiento. Ningún país puede estancarse en la primera fase, creando prosperidad para el país y para sus compañías, pero no extendiéndola a los ciudadanos. Porque el día que esa ventaja competitiva temporal se acaba, no quedan recursos para dar un salto adelante.

Hoy, algunas voces ya hablan de una segunda deslocalización, hacia países como India o Vietnam, donde los costes laborales todavía son bastante más bajos que en China. Y, con las huelgas, parece que los obreros de ciertas fábricas en China han conseguido mejoras salariales entre el 50 y el 100%. Partiendo, claro está, de niveles miserables.

China se enfrenta al desafío de ser capaz de utilizar su prosperidad actual para mejorar sus infraestructuras de país (aeropuertos, ferrocarril, autopistas, etc) Y de conseguir que sus ciudadanos sean también más prósperos. Con ello se alcanzan dos metas básicas para asegurar la sostenibilidad de la riqueza: por una parte los ciudadanos se convierten en ávidos consumidores, y por otra se sientan las bases para poder seguir acumulando riqueza en el futuro, en base a cadenas de mayor valor añadido, y a un superior saber hacer.

En un país tan extenso y poblado como China, el desarrollo tiene varias velocidades distintas, según la zona del país de que hablemos. Lo comentado es válido para los doscientos millones (quizá trescientos), grosso modo, que viven en la franja costera del milagro. Pero están viviendo ya una competencia interna por la franja baja, con alguna docena de millones de habitantes del campo que emigran a las ciudades en busca de un salario, aunque sea miserable.
Desarrollarse utilizando mano de obra más barata que en otros lugares vale por una temporada. Pero esa burbuja acaba explotando, y hay que haber trabajado bien para preparar el siguiente estadio.

En los tiempos inmediatos, podemos estar abocados a consumir productos chinos made in Vietnam.


JMBA

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